09/01/2024
Doble disco que camina en muchas direcciones porque, de la misma manera que les ha sucedido a Cala Vento, las bandas con un estilo tan urgente como Mujeres, se enfrentan con un dilema y corren el riesgo de repetirse y cocerse hasta el infinito en propio jugo. La opción es sacar la cabeza y mirar en varias direcciones para no automutilarse. Así que, tienen una veta donde siguen con su rock melódico de corte de garaje limpio, como unos Libertines que se han duchado o Babyshambles prolijos y veloces que corren sin caerse.
Por otro, están las canciones que juegan con ese pop de principios de los 60 Girl Groups de corte adolescente, pero unido al poder guitarrero que evita cualquier tentación de ser edulcorado. La comparación del mejor tema del doble álbum (“Estallido sin cambios”) bien soporta una comparación a lo Jesus and Mary Chain. Y la tercera vía, la más sorprendente, son las canciones esbozadas, como si fueran grandes maquetas, que se insinúan sin darle barniz y les sienta fenomenal. No todo requiere una batería o una guitarra distorsionada. Baudelaire ya diferenciaba entre obra hecha y obra acabada. El valor del boceto, tan en boga en las artes plásticas, no siempre se desarrolla en la música. Aquí, sí.
Los textos, que son retahíla de problemas y, sobre todo, de intentos de soluciones, lucen gracias a la virtud más destacada de la banda: sus grandes voces combinadas que hacen que al oyente le llegue el mensaje no en forma de monólogo sino como el resultado de una asamblea. Asamblea de entrañas en busca de soluciones. Por fin.